gerencia

gerencia

jueves, 6 de diciembre de 2012

La Gerencia Educativa en Venezuela



La educación en Venezuela a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, se ha visto afectada por un conjunto de cambios y adelantos económicos, sociales y políticos, que han exigido modificaciones significativas; y han replanteado nuevos retos para el sistema educativo venezolano.
Es a través del Marco Normativo, la Ley Orgánica de Educación y la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela que podemos conocer los cambios y avances que ha logrado la educación desde sus comienzos hasta la actualidad, dando así las señales de cómo formar el nuevo ciudadano y ciudadana de la sociedad, siendo el ambiente de aprendizaje el lugar involucrado para observar los resultados generados de los entes involucrados (Docente-Estudiante), produciendo en los estudiantes el trabajo liberador y productivo que le permite acceder a un nuevo mundo de experiencias enriquecedoras.
Estos retos van en línea, a responder con éxito, las demandas de esta nueva sociedad cada día más exigente y cambiante, que procura y busca una calidad educativa a la vanguardia de los actuales conocimientos y tecnología.
Teniendo en cuenta, que toda organización requiere de la ciencia denominada gerencia, para planificar, organizar, controlar y dirigir los recursos de forma eficaz y eficiente, y por consiguiente, lograr sus objetivos. La gerencia en la educación, no escapa a este concepto, sino que es su punto de partida para que oportunamente se apliquen los cambios necesarios a las exigencias de la realidad educativa y al funcionamiento de la institución.
Es por ello, que la función supervisora ejercida por el director educativo en Venezuela debe estar centrada en una educación de calidad, que exige la ruptura de los vínculos autoritarios y unidireccionales, existentes en años anteriores. Debe orientarse la educación, hacia la promoción de proyectos educativos e investigativos, que asuman el compromiso de trabajar por el cambio y la transformación de su realidad, que no solo le benefician a si mismo sino a su entorno, con el fin de  administrarlo y usarlo  para el bien común. Esta debería ser la tendencia futura para seguir avanzando y no retroceder.
En este orden de ideas, el gerente educativo  debe incentivar, motivar y sensibilizar tanto  su cuerpo docente como a sus  estudiantes, a ver y observar muy bien su entorno, a palpar la realidad donde viven, desde su casa hasta su escuela, desde su comunidad hasta su sector, donde se circunscribe, para que desde allí puedan exponer temas y acciones que vayan encaminadas a solucionar algunas problemáticas o procesos susceptibles a ser mejorados, con desarrollo de proyectos o servicios puntuales, que si bien es cierto no brindan una respuesta exacta por lo menos cubren un buen porcentaje del déficit o abren las puertas para que otros completen el camino iniciado.
De allí, que se requiere de directores capacitados en establecer contacto e interacción con su personal, que desarrollen habilidades para mejorar y mantener el esfuerzo en una situación educativa a través de la expresión de la comunicación eficaz, que propicie un ambiente favorable para estimular al personal, la participación, la integración y la convivencia para alcanzar el éxito hacia la calidad educativa.
De esta manera, la calidad educativa contribuye a la formación de una sociedad donde se pueda vivir en familia y mirar al futuro con ilusión, una sociedad atenta a las tradiciones culturales que han dado identidad propia a los pueblos, una sociedad que enseña a ser y a convivir, a aprender y a pensar, enseña a trabajar y a valorar el trabajo y al trabajador.
El director como gerente, como supervisor educativo, no puede mantenerse ajustado exclusivamente a planificar, organizar, controlar y coordinar; se requiere de un director, líder, creativo, comunicativo e innovador, que integre las diversas actividades, que conjugue la comunicación eficaz entre todos los miembros de la organización para alcanzar el éxito en común.
Hoy más que nunca en el sistema educativo venezolano  se requiere de gerentes que mantengan entre ellos y su personal óptimas relaciones humanas, que propicien orientación para las actividades de trabajo, coordinen actividades de un grupo con las de otros equipos en toda la organización, ayude a los docentes y todo el personal de la institución con ideas, sugerencias, técnicas, ejemplos y a la vez asumir el papel de asesor, coordinador, líder,  facilitador y solucionador de problemas, capaz de producir un ambiente ameno y productivo.
El gerente educativo debe estar consciente que a su cargo tiene un valioso recurso: el humano, quien es el que  impulsa el aprendizaje colectivo para llevar al individuo a una conciencia reflexiva y critica. Por lo tanto, en el arte de influir sobre la gente, para que trabaje con entusiasmo en pro del bien común, el gerente educativo debe adquirir o aprender ciertas cualidades que le favorezcan y permitan lograr  su misión y visión compartida.
Entre estas cualidades están: la paciencia, para mantener dominio de sí mismo; la capacidad de perdonar, tanto a sí mismo como a los demás; el aprecio, estimulo y ánimo que tiene y debe generar a las personas; la humildad, dado que es un ser autentico, sin pretensiones, es íntegro; es honesto y honrado, libre de engaños; es respetuoso, en el trato con otros; es generoso; es responsable y cumple con los compromisos y metas que se propone.
El gerente educativo líder debe influir, no con el “poder” que le puede dar ser el “director del plantel”, sino porque logra que su personal, sus docentes y personal administrativo y de apoyo, hagan “voluntariamente” el objetivo deseado, no se los impone, ellos lo hacen solos, eso es tener autoridad.
El gerente educativo debe fomentar las buenas relaciones, porque eso traerá tras de sí un grupo de gente, dispuesta a escucharle, a hablarle, a seguirle. El gerente docente, tiene como recurso invaluable,  escuchar y estar abierto, estimular para que surjan nuevas ideas, enseñar que existen nuevos caminos, y que puede experimentar y disfrutar el surgimiento de nuevas técnicas, estrategias y  procedimientos, que serán el eslabón que permitirán auto formarse, auto realizarse y autoevaluarse, y ya no se quedarán solo en memorizar y repetir prácticas viejas sino a trabajar, a investigar, a inventar, a crear nuevas estrategias, técnicas y  formas de hacer las cosas.
Para que las actividades de la organización o escuela,  se desarrollen en un ambiente de armonía y progreso; el gerente debe formular, ejecutar y evaluar los procesos y acciones que permitan a la institución lograr los objetivos deseados. Dichos objetivos  requieren en resumen de un perfil que debe  poseer un buen gerente educativo, entre ellas las más relevantes son:
·         La capacidad de comunicarse con su equipo de trabajo.
·         La capacidad de establecer metas u objetivos logrables.
·         Conocer las fortalezas de su equipo y aprovecharlas al máximo.
·         La disciplina y aptitudes de colaboración
·         Desarrollar liderazgo según el ejemplo.
·         Una actitud abierta a nuevas ideas.

En resumen, tanto en Venezuela como en cualquier nación, es de suma relevancia que al frente de la escuela, se encuentren gerentes educativos que planteen las estrategias de desarrollo institucional necesarias que  aseguren un crecimiento sostenido, con un alto sentido del cultivo de los valores. Estas organizaciones educativas modernas, deben avocarse a enfrentar y resolver problemas nuevos o conflictos a través de las mejores tomas de decisiones.
El gerente educativo, requieren ser siempre original  en sus planteamientos y en la solución de los problemas, desde el inicio hasta el final de sus acciones; logrando con su liderazgo a que todos trabajen por una cultura positiva en la entidad, contribuyendo a un satisfactorio clima institucional y siendo testimonio y testigo en su quehacer profesional que se puede obtener beneficio para todos e ir perfeccionando y mejorando los procesos y acciones cada día mas para el bien común.
Cabe destacar, que para lograr una gerencia en la parte educativa su meta será alcanzar un buen ambiente con las personas que se encuentran a su alrededor logrando así una motivación entre ellos para obtener éxitos en las metas propuestas.
El gerente educativo deberá sobrellevar todos los problemas que se puedan presentar, siempre buscando la solución del mismo para el bien común; sin afectar a los demás, respetando las opiniones que su equipo de trabajo pueda tener así sean diferente o no a las de él.
Como representante de toda institución se deberá siempre tener la responsabilidad de ser un líder capaz de desarrollar sus fortalezas a nivel intelectual.
He aquí el reto del Gerente Educativo, no solo en Venezuela, sino en cualquier parte del mundo; solo nos resta decir y actuar: ¡manos a la obra!

domingo, 2 de diciembre de 2012

Reflexión Inicial

 En la vida del Gerente Educativo, así como en la de cualquier persona, ciertamente debemos aprender para poder mostrar y enseñar.
Sin embargo, en ese andar aprendiendo, existe una persona, que en nuestra opinión merece el honor de llamarse el "Maestro de Maestros".
Ya que en Él se conjugan las cualidades y el modelaje de la perfecciòn que todo hombre y mujer esta llamado a seguir.

Él te enseña.. él se da... él te perfecciona en tu debilidad....!
Con gestos, palabras y hechos en su propia vida te muestra como obtener la gracia.
Te dice que te dones con Amor, sobre todo a aquellos los más humildes. Tú como gerente, debes darte a tu equipo, a tu gente, a guiarlos, y a ésos los mas pequeños, fortalecerlos y exigirles segun sus capacidades y talentos.
Te enseña, que la autoridad se gana y el poder viene de lo alto.
Tu como gerente debes ganarte  la autoridad que tus empleados y compañeros te darán en la medida que observen en ti, la semblanza del gerente que los encamina, los apoya, les exige, les corrige, les perdona y les entrega el testigo para que sigan su ejemplo y su camino, para construir la empresa, la comunidad y el país del mañana. Y ciertamente, alli brillará tu poder iluminado desde lo mas alto.

                                                                                                                      Vilma Rivero